Trufas en Barcelona
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Trufas Barcelona
La temporada de la trufa negra comienza a mediados de noviembre y continúa todo el invierno hasta finales de marzo. Ahora es un buen momento para encontrar trufa en Barcelona tanto para un uso doméstico como profesional. Nuestro país es uno de los principales productores de la preciada trufa negra, en provincias como Teruel y Soria, y por ello no resulta complicado encontrar multitud de establecimientos en los que encontrarla.
¿Dónde comprar trufas en Barcelona?
Para saber dónde comprar trufas en Barcelona tan solo hay que acudir a algunos de los establecimientos más míticos y conocidos de la ciudad para productos gourmet. Uno de los más conocidos es “Trufas Rius”, un establecimiento que tiene a la trufa como su producto estrella y que se encuentra en la calle Nápoles, 7.
Otros establecimientos muy interesantes para comprar trufa negra en Barcelona son “La Trufa d’Or”, en plena avenida de Cataluña de la ciudad condal; la tienda gourmet “Entre Latas – Conservas Gourmet”, ubicada en Carrer de Torrijos, 16; o en “Maison Puyvalin”, en la calle de Trafalgar de Barcelona. La mayoría son establecimientos de productos delicatesen en los que las trufas negras están presentes.
Además de comprar trufa en Barcelona, también podemos visitar algunos restaurantes en los que se usa este manjar culinario en los platos de su carta. Hablamos de restaurantes como “Ca l’Isidre”, en “Nectari”, de Jordi Esteve o en el restaurante de Sergi de Meià, donde habitualmente se usa trufa de temporada. Aunque también se puede degustar sin reserva en “De Gustibus Italiae”, un conocido restaurante italiano de Barcelona.
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¿Cómo conservar trufas en casa?
Una vez hayas comprado trufa negra en Barcelona es necesario saber cómo conservarla adecuadamente en casa sino se usa de un día para otro. Si se quiere conservar durante meses para poder usarla cuando se desee, la única vía posible es la congelación envolviendo cada trufa en papel de aluminio e introduciéndolas en una bolsa de congelación. Si se va a consumir en el plazo de unos días (hasta 12 días como máximo), se puede conservar en el frigorífico dentro de un recipiente de cristal.